TACX LUMOS

El mercado está lleno de modelos variopintos, pero el Lumos nos ha llamado especialmente la atención por su integración en la bici. Como podéis ver en las fotos se sitúa en los extremos del manillar quedando sujeto por una pequeña cuña plástica que se aprieta con una llave allen incluida con las luces. Una vez colocadas, introducimos la pila de tipo AA, barata y fácil de encontrar, y enroscamos los apliques. En unos minutos tenemos nuestra bici lista para rodar en la noche. La iluminación se compone de varios LEDs de alta luminosidad. Apretando el pequeño interruptor que hay en cada luz lo encendemos y rápido vemos lo completo que son las Lumos, con un par de LEDs blancos que apunta hacia delante mientras que hacia la parte trasera se ilumina otro en color rojo. Al llevar uno en cada lado del manillar su efecto se combina dándonos una iluminación suficiente para circular por las típicas zonas de entrenamiento semiurbanas y sobre todo para ser vistos por el resto de vehículos. En carretera abierta y noche cerrada se quedan sin embargo un poco justos de potencia. Pero Tacx ha escondido una sorpresa más: con ellas encendidas, si pulsamos de nuevo el interruptor se enciende un LED amarillo parpadeante, perfecto para ser usado como indicador de dirección (intermitente). Sencillas, versátiles, ligeras, baratas, una idea genial por parte de Tacx para esos ciclistas nocturnos.